Sigue estos pasos para comenzar.
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Revisa la política de seguridad.
El primer paso para mejorar la seguridad del entorno de impresión de tu red es revisar la política de seguridad existente y asegurarse de que todos los procedimientos actuales — y las partes interesadas — estén alineados. En función de los resultados de esta revisión, podrás determinar la envergadura y el alcance de tus necesidades en materia de seguridad.
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Toma nota de cada dispositivo conectado.
Algo que debes tener siempre en cuenta a la hora de revisar tu política actual es asegurarte de que se conocen todos los dispositivos en contacto con la red — desde las máquinas expendedoras inteligentes y las máquinas de café con conexión hasta las impresoras y los ordenadores — y que se han configurado de forma que se garantice la seguridad. De lo contrario, te arriesgas a poner en peligro todo el sistema.
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Evalúa los puntos vulnerables de tu red.
Concede prioridad a tus estrategias de seguridad en función de cómo se utilicen las impresoras en tu empresa. Dentro de tu organización, ¿quién imprime datos de clientes y documentos confidenciales? ¿Eres capaz de realizar un seguimiento de quiénes escanean y envían faxes con las impresoras multifunción? ¿Eres capaz de establecer y mantener la configuración de seguridad de tus impresoras? ¿Imprimen los usuarios desde sus dispositivos móviles? ¿Se dejan expuestos en la impresora trabajos de impresión sensibles?
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Protege tus dispositivos, datos y documentos.
La seguridad del entorno de impresión va más allá de la configuración de la impresora. Tu plan debe abordar cómo se han de tratar los datos que se transmiten a la impresora y desde ella, además de la información delicada contenida en documentos impresos. Las herramientas de control y gestión pueden ayudarte a identificar los puntos débiles y a establecer un método unificado y basado en políticas para garantizar un mayor cumplimiento normativo y reducir los riesgos.